El psicópata integrado vs. el psicópata criminal: la lacra de la sociedad

La sociedad nos ha enseñado erróneamente que todo el mundo tiende a la bondad, que todos tenemos conciencia; pero la experiencia me ha enseñado que los psicópatas no la tienen, ni remordimientos, no lo pueden sentir por lo que lo fingen para que nadie se entere de su verdadera naturaleza. Durante años, nos han metido en la cabeza que el psicópata es un asesino en serie y, aunque hay psicópatas asesinos, nos encontramos con dos tipos de psicópatas:

EL PSICÓPATA INTEGRADO. Aunque es agresivo por su naturaleza, finge normalidad y guarda las formas relativamente. Se ha criado en un entorno familiar normal con estudios y normas morales que el psicópata simula estar de acuerdo; pero que nunca seguirá porque ellos tienen códigos propios. Este es el tipo de psicópata más habitual, puede ser cualquiera, tu vecino, tu jefe, tu amigo, tu pareja... Pueden llegar a grados altos de hostigamiento mental y recurrir a la violencia verbal, agreden sutilmente, pero no físicamente.

Suelen estar educados en familias convencionales y no se ve nada anormal en el accionar de su familia. No proceden de grupos de exclusión, por lo que están acostumbrados a inventarse un rol más disimulado e integrado. No consumen drogas, no roban ni matan. Son ejecutivos, directivos, empresarios...

EL PSICÓPATA CRIMINAL. El porcentaje es más bajo que en los psicópatas integrados en la sociedad; sin embargo, este tipo de psicópata es muy peligroso. Son personas criadas en ambientes inestables, familias desestructuradas o con algún tipo de problema. El psicópata repite lo que ve en las personas que tiene alrededor porque él sabe perfectamente que la gente no le aplaudiría si supiese lo que se le pasa por su cabeza. Entonces entre sus códigos propios y los que le facilita su entorno, puede hacer que realice acciones atroces como violaciones o asesinatos. Ellos son perfectamente conscientes de lo que hacen, de lo que es el mal y el bien, aunque ellos se divierten  y disfrutan viendo sufrir a sus "objetos queridos".

El prestigioso psiquiatra ROBERT HARE trabajó como psiquiatra en una prisión e hizo investigaciones entre los reos, la mayoría de los asesinos eran esquizofrénicos o personas con otros tipos de trastornos y un porcentaje inferior eran psicópatas. Esto quiere decir que la mayoría de los psicópatas no son asesinos en serie, aunque los hay. Este tipo de psicópata no siempre llega a matar, pero sí que en ocasiones llega al maltrato físico con su pareja, normalmente mujer, a la que agreden sin piedad. Porque para ellos, la palabra piedad no existe en su diccionario. Estos psicópatas tienen un grado muy alto de psicopatía. Según el test de Hare, a partir de 30 ítems ya se es un psicópata. Pero hay quien tiene 31 e incluso 40. Ahí radica el grado de maldad y cuanto más alto puntúan más peligroso es ese psicópata. Los criminales tienen una puntuación generalmente alta, aunque puedes tener claro que cualquier psicópata es capaz de cualquier cosa con tal de conseguir algo a cambio.

El psicópata integrado controla más en su mente la violencia y se regula para no llegar a las manos. Aunque un psicópata frustrado, en un extremo de su frustracción, podría realizar cualquier masacre humana. Estén integrados o sean delincuentes, todos son igual. Para mí, estos seres solo valen para crear maldad, en lugar de construir, unir, ayudar, comprender, trabajar o cuidar a los que tienen al lado, lo que hacen es todo lo contrario, destruyen, desunen, depredan, agreden, parasitan o aniquilan por completo a los que les rodean. Son la lacra de la sociedad.

Si ayudo a una sola persona, este blog habrá merecido la pena.


Maria Yolanda Terradillos